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Cuando llegué a Japón por primera vez hará año y medio, no sabía nada acerca del país ni del idioma. Como podréis imaginar, aunque estaba muy emocionada por poder explorar una cultura nueva y comenzar la vida universitaria aquí en Tokio, me sentía muy insegura. ¿A quién recurriría cuando necesitara ayuda? ¿A quién pediría consejo cuando no entendiera algún aspecto de la cultura japonesa? Desgraciadamente recién llegada a Japón fue cuando me di cuenta de que la mayoría de japoneses no hablan inglés, por lo que cuando pides ayuda tan sólo acabas teniendo conversaciones fallidas.
Sin embargo, rápidamente encontré el lugar adecuado y especializado en ayudar a estudiantes perdidos como yo. Bueno, estoy hablando de la school office en inglés o gestión académica/ oficina de apoyo al estudiante en castellano, dependiendo del nombre que se le quiera dar. Por lo general en las universidades japonesas cada facultad dispone de una oficina especializada en tramitar solicitudes de entrada, matriculaciones, organización de los cursos, solicitudes de becas y otras gestiones cotidianas. Pero no te quedes sólo con eso, gestión académica es mucho más que un departamento administrativo, definitivamente no es simple «burocracia».
Mi primer día en la escuela de postgrado fui recibida por una empleada de gestión académica. Para mi grata sorpresa, ella tenía un perfecto dominio del inglés, como todos los empleados del departamento. Sin barrera lingüística, ahí podía hablar mucho en un ambiente muy relajado. Nuestros temas de conversación iban desde las instalaciones, servicios y círculos de la universidad hasta el idioma japonés y su cultura. Si no hubiera dado con ellos jamás habría imaginado que podía llegar a hablar tanto con miembros de la universidad que en mi cabeza no eran más que meros administrativos. Pero aparte de este encuentro casual, gestión académica también celebró una fiesta oficial de bienvenida para todos los nuevos estudiantes. En la reunión nos presentamos a los demás y disfrutamos de la comida y las bebidas, y lo más importante, poco a poco nos fuimos encariñando de ese departamento y encajando en él.
Echando la mirada atrás a mis primeros días en la escuela de postgrado, ahora ya no veo más a aquella chica confusa y tímida, sino a una chica con mucha predisposición para aprender. Y esto lo debo en gran parte a gestión académica, quienes nos recibieron con los brazos abiertos, nos aconsejaron con mucha paciencia, prestaron sincera atención a nuestras dudas e hicieron todo lo que pudieron para resolverlas. Una vez pasado el periodo de matriculación, gestión académica sigue ofreciendo constante ayuda a los nuevos estudiantes. Cada vez que voy ahí siempre veo estudiantes con problemas pero un personal con mucha paciencia y simpatía.
Bueno, ahora que ya conoces mi historia supongo que tendrás una nueva imagen de las oficinas universitarias en Japón: el personal es responsable y cuidadoso, y nunca se niega a ayudar.
Así que si tienes problemas con la vida universitaria, no te comas la cabeza. Te recomiendo que no dudes en entrar por esa puerta y ser recibido con un «Buenos días, ¿cómo puedo ayudarte?».
(Foto 1: El día de la ceremonia de entrada)
(Foto 2: Fiesta de bienvenida)
Peiwei
China