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Una guía para sobrevivir a tu residencia en Japón
Comprar una vivienda o alquilar un apartamento en Japón, especialmente en las ciudades, es caro; no obstante, no es tan preocupante como otras opciones disponibles. Una de ellas es la de vivir en una residencia (en japonés, ドーミトリー [dōmitorī]).
Si ya habéis experimentado lo que es la convivencia en tu país de origen, y pese a que hay diferencias con la que experimentaréis en Japón, seréis capaces de soportarla. Puede que os sintáis agobiados porque los edificios japoneses están estructurados de forma que todos los espacios se aprovechan al máximo y el tamaño normal de las viviendas es ligeramente más pequeño comparado con el de, por ejemplo, las viviendas estadounidenses. Sin embargo, os sorprenderá como, en el interior de estas, el espacio está muy bien aprovechado, por lo que no tendréis que preocuparos por el apartamento y el mobiliario. En mi opinión, Japón es el origen principal del concepto de «minimalismo». Basta con decir que todo lo que necesitéis estará al alcance de vuestra mano, literalmente.
Las residencias para estudiantes extranjeros en Japón
En Japón, las residencias no están, necesariamente, dentro del campus, sino que, por lo generalmente, están a dos o tres estaciones de distancia. Si sois estudiantes extranjeros, recordad tener en cuenta la distancia que hay entre vuestro campus y vuestra potencial residencia cuando la busquéis. Además, algunas universidades tienen reservadas habitaciones y espacios, aunque limitadas, para sus estudiantes extranjeros donde el alquiler es más barato.
Existen residencias universitarias exclusivas para sus estudiantes, sin embargo, muchas de estas admiten estudiantes tanto japoneses como extranjeros de distintas universidades. Habrá ocasiones en las que os encontraréis con extraños en el ascensor, el vestíbulo o la cafetería o en las que tendréis compañeros de habitación que vienen de Vietnam, China o Rusia. Vivir junto a personas de otras nacionalidades puede suponer tanto un desafío, debido a las diferencias culturales, como una oportunidad, debido a la oportunidad única de intercambiar experiencias. Si resulta que compartís la habitación con estudiantes japoneses, estableced una buena relación con ellos y aprended todo lo que podáis los unos de los otros sobre lengua, cultura, entre otras cosas.
Qué hacer y qué no hacer en una residencia
Recordad que las residencias tienen reglas que tendréis que cumplir. Tomad nota de la forma de reciclar y tirar la basura, puesto que muchas residencias tienen sus peculiaridades con respecto a esto. Familiarizaos con las políticas del lugar para evitar problemas con el encargado o con el portero de vuestra residencia. Recordad que estáis compartiendo un espacio con muchas personas y también es importante respetar sus derechos. Evitad poner la música muy alta y hacer mucho ruido, especialmente cuando es muy tarde. Es importante que sepáis que los japoneses son muy sensibles en lo que respecta al ruido: en un vecindario común, nunca se aceptará el bullicio en los alrededores. Evitad, en la medida de lo posible, hacer ruido, gritar o chillar durante la noche.
Si estáis compartiendo habitación con alguien más, aseguraos de mantener todo ordenado, vuestra ropa y cosas organizadas, y no estaría de más que acordaseis los turnos de limpieza y definieseis las expectativas de antemano para evitar peleas a posteriori. Si vuestros compañeros de habitación se niegan a comparar y no podéis llegar a un acuerdo con ellos, aseguraos de debatir este tipo de cosas con la gente adecuada, como el encargado de la residencia, y no con las habitaciones vecinas. No tenéis que haceros amigos, de hecho, en la mayoría de las ocasiones estaréis hartos los unos de los otros; pero intentad mantener una relación buena y discreta.
Tened presente que muchas residencias dividen a sus residentes entre japoneses y no japoneses, así que tened en cuenta el idioma. Sed pacientes con ellos mientras ponen a prueba su nivel de inglés e intentad comunicaros con ellos en japonés, incluso si vuestro dominio del idioma no es perfecto.
De hecho, una residencia es un lugar en el que no solo podréis vivir, sino también aprender y madurar. Si seguís planeando estudiar y vivir en Japón, tened en cuenta estas residencias y puede ser que encontréis el espacio al que llamar «hogar, dulce hogar».
Harumie/ Philippines